SERIE LIDERAZGO Y DESARROLLO PERSONAL
Aporte Nº 21
Escuchando
activamente
La escucha activa nos permite
ser corteses y poder entender el contenido y las emociones de nuestro
interlocutor.
Por Rubén Alfonzo
6 de enero 2015
Vivimos un mundo donde estamos centrados
en nosotros mismos. Somos egoístas.
Ese egoísmo se demuestra en las
conversaciones que en cada instante de nuestras vidas sostenemos con nuestros
hijos, cónyuges, compañeros de trabajo, amigos, desconocidos, adversarios, etc.
No escuchamos lo que nos están intentando comunicar. No demostramos interés en
el otro. No conocemos las emociones detrás de sus palabras. Estamos ausentes
durante la conversación aunque estemos presentes. Miramos a los ojos pero
nuestro pensamiento se quedó enganchado en un comentario o está en otra parte.
O simplemente decimos, estoy ocupado, más tarde, para no conversar.
La escucha activa es el proceso de
captar y entender los mensajes y las emociones detrás de estos mensajes que nos
comunica nuestro interlocutor, de forma honesta y concentrada, sin
interrumpirlo, sin insertar nuestras interpretaciones sobre lo que nos está
comunicando.
Te señalaré 5 aspectos que te ayudarán
a tener una escucha activa:
· Rapport es desarrollar una ambientación agradable para la conversación, la charla
introductoria, hacer que el interlocutor se sienta cómodo, que sienta
familiaridad y sincronización.
· Mimetizar significa
copiar el tono de voz (verbal) y el lenguaje corporal (no verbal), posturas y
gestos, para sincronizarte con tu interlocutor. No puede verse como artificial
sino muy natural, imperceptible. Es producto de la observación activa.
Si la persona está alterada, suavizas tu tono de voz y tu lenguaje corporal. Si
la persona habla muy bajo, subes tu tono por encima del suyo sin gritar.
· Preguntar repitiendo
las mismas palabras usadas por tu interlocutor para tener más clara y
profundizar la idea que te están comunicando.
·
Entender las
emociones detrás de las palabras. Si una persona te quiere comunicar algo es
porque le es importante.
·
Evitar opinar
ya que la persona quiere transmitirte su idea, palabras y emociones. No la interrumpas. Opina sólo si te pide opinión.
Habrá momentos en los que no podremos
atender una solicitud para conversar. Podremos acordar el momento oportuno para
ambos. Lo importante es que perciba que honestamente queremos atenderle.
Debemos respeto y cortesía hacia la
persona que viene a comunicarnos su pensamiento. La escucha activa permite
centrarnos totalmente en nuestro interlocutor, haciendo que se sienta honestamente
escuchado.
Ejercicio: ¿Escuchas activamente a
quienes quieren comunicarte su pensamiento? ¿Captas las emociones detrás de sus
palabras? ¿Interrumpes su comunicación? ¿Le pones atención honestamente?
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