SERIE LIDERAZGO
Y DESARROLLO PERSONAL
Aporte Nº 28
Debemos
automotivarnos
Cada cliente con quien interactuamos se merece nuestro mejor servicio y
atención
Por Rubén Alfonzo
17 de junio de 2015
Cada día al despertar tenemos una serie de metas y compromisos personales,
familiares, laborales, comunitarios, de estudios, entre otros, que nos mueven.
Algunos los hacemos de buena gana y otros no. Para lograr todas nuestras metas
diarias, debemos automotivarnos y así poder tener una actitud de éxito.
La automotivación forma parte de nuestro cotidiano vivir y debe
transformarse en nuestro hábito.
Quiero compartirles en este aporte sobre la automotivación que debemos
tener todas las personas que brindamos servicio y atención al cliente externo
de la organización, los clientes.
Inicio con la pauta de que todos los individuos en la organización se deben
a la satisfacción de las necesidades de sus clientes externos, o sea, que éstos
sean felices con el consumo o uso de sus productos y servicios y por la
atención recibida a fin de que los recompren y se transformen en divulgadores
positivos.
Tenemos farmacéutico o al cajero en un supermercado, un banco, una clínica, una farmacia,
una compañía de seguros, un ente oficial, una tienda, etc. quienes de forma
permanente deben tratar con personas cara a cara. Por un lado está al cliente
que llega a la caja con su estado de ánimo de satisfacción o insatisfacción por
la experiencia vivida o sus circunstancias personales. Por el otro, tenemos al
cajero con su estado de ánimo que puede ser positivo o negativo generando
agrado y acercamiento ó molestia y alejamiento. El cajero debe automotivarse
para atender y servir bien al cliente.
Un segundo ejemplo que comparto es el vendedor. Cada día, el vendedor se
levanta muy temprano con su mejor ánimo y esperanza para alcanzar las meta de
ventas del día en valor o kilogramos más los indicadores de gestión tales como
la activación, efectividad, visiblidad, amplitud y profundidad de la oferta,
captación de clientes, entre otros. Su estado ánimo debe estar en alto
independientemente de las circunstancias que enfrente antes de salir como el
inventario disponible para el día, los incrementos en precios, los retrasos en
las entregas, el retardo en la entrega de los documentos a cobrar, etc. Luego,
a cumplir con su ruta o plan de contactos del día. Para los que son vendedores
de ruta, en la calle, un resfriado, el impacto del tráfico o la temperatura
puede ser un agravante pero no lo es y se transforma en una anécdota o una
razón para iniciar una conversación. La automotivación del vendedor es el
factor que lo mueve hacia el logro de las metas y a atender bien a sus
clientes.
En estos y todos los casos de atención y servicio al cliente, cada contacto
cara a cara con un cliente debe representar una experiencia de satisfacción
para ambas partes. La clave es adquirir el hábito de servir y atender bien al
cliente.
Debemos recordar que:
1. El
cliente externo es el que mantiene la organización ya que decide invertir su
dinero comprando sus productos o servicios.
2. El
cliente externo tiene que sentirse satisfecho y feliz con la atención recibida.
3. Un
cliente externo satisfecho y feliz se puede transformar en divulgador positivo.
4. La
persona que atiende a un cliente externo representa en ese momento la cara y la
imagen de la organización.
Cada persona en la organización debe ser automotivada para servir y atender
bien al cliente.
Preguntas de reflexión:
· ¿Cómo
es tu proceso personal de automotivación diaria?
· ¿Consideras
a cada cliente externo como la persona que te mantiene en tu trabajo?
· ¿Cuál
es tu actitud frente a un cliente malhumorado?


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