¿Quisieras que los demás fueran como TU?
Por Rubén Alfonzo
3 de mayo de 2014

Cuando oí esta pregunta en un programa de radio, me quedé impactado y dije…NOOOOO.
En fracciones de segundos desfilaron por mi mente tantos recuerdos de acciones y comportamientos míos de los cuales no me siento nada orgulloso. Claro son eventos del pasado, lejano y no tan lejano, errores e imprudencias que por el solo hecho de traerlas al presente me causan dolor pero a la vez me dan la oportunidad para reflexionar.
Me di cuenta que mi primera reacción fue pensar en lo negativo. Y es natural ante la magnitud de la pregunta. ¿Quisieras que todas las personas que habitan el planeta tierra fueran como tú? Es una cuestión de humildad quequiere decir reconocerse y aceptarse tal cual uno es, lo negativo y lo positivo.
Una vez más esa preciosa palabra de acción vuelve al presente, reflexionar.
¿Quién fui?, ¿Quién soy?... ¿Quién quiero ser?, ¿Para qué vivo?
En nuestra vida somos PRESENTE, un eterno PRESENTE.
Los invito a que reflexionen, se auto-evalúen mientras leen las siguientes preguntas que les propongo a continuación. No las lean como leer una cartilla. Léanlas dos veces, lentamente, una vez con la mente y otra con el corazón, y se toman unos segundos para meditarlas:
· En mi relación conmigo mismo: ¿Quién soy realmente? ¿me gusta y me siento feliz siendo quién soy? ¿me siento orgulloso de lo que hago y cómo actúo ante situaciones de presión? ¿de qué rasgos míos me siento orgulloso? ¿Cuáles son mis miserias y defectos de los que me siento avergonzado? ¿Cuáles son las máscaras bajo las cuales me escondo para que las personas no descubran quien soy realmente? ¿sé para qué vivo?
· En mi relación con mi cónyuge o pareja de vida: Cuando decidí unirme a mi pareja lo hice amando y con la certeza de que era la persona con quien quería compartir mi vida y construir mi hogar y mi familia. ¿Cómo es mi relación actual con mi cónyuge? ¿Maltrato a mi pareja con gestos, palabras y acciones? ¿le demuestro el amor, cariño y atención que se merece por ser tan importante en mi vida? ¿Soy el causante de los roces y problemas que surgen en mi relación conyugal? ¿Soy egoísta? ¿Escucho atenta y honestamente a mi pareja? ¿Propicio momentos a solas para conversar honesta y profundamente?
· En mi relación con mis hijos: Soy corresponsable de haberlos traído al mundo y por lo tanto es mi responsabilidad criarlos, alimentarlos, educarlos, cuidarlos y ser su gran modelo. ¿Cómo es mi relación con cada uno de mis hijos? ¿Les demuestro mi amor? ¿Me impongo firmemente cuando el comportamiento debe ser reprobado? ¿Converso con ellos en grupo y con cada uno individualmente? ¿Soy violento con ellos? ¿Trato mejor a uno más que a otros? ¿A cuál prefiero más? ¿Me desvivo por ellos? ¿Daría mi vida por ellos, solo por alguno o por ninguno? ¿Los apoyo incondicionalmente en la construcción de su futuro brillante? ¿Soy el modelo de vida que los conducirá exitosamente por el camino de sus propias vidas?
· En mi relación espiritual: Soy un ser humano y espiritual porque tengo espíritu, o sea, tengo la capacidad de pensar y razonar lo cual me diferencia de los animales y plantas. ¿Actúo con consciencia en cada evento de mi vida o según mi voluntad? ¿Vivo y actúo de acuerdo a los valores que me inculcaron en mi hogar, en mi religión y en mi escuela? ¿Puedo distinguir cuando me he comportado en desacuerdo con mis valores? ¿Por qué no tengo el coraje de decir que no actuaré en desacuerdo a mis valores? ¿Cuáles son los valores que cumplo cabalmente? ¿Cuáles valores debo decidir empezar a cumplir ya? ¿Cómo está mi relación con mi religión?
· En mi relación con la naturaleza: el Ser Supremo, nuestro Dios, nos regaló este mundo con su naturaleza y frutos para nuestro bienestar, vivencia y sobrevivencia. ¿estoy consciente de su importancia para mi vida y salud? ¿Busco momentos para disfrutar de la naturaleza? ¿Dejo la naturaleza mejor que como la encontré? ¿La cuido y enseño a cuidarla? ¿Creo fervientemente que no debo hacer nada que dañe o destruya la naturaleza y que es parte del legado que le dejamos a nuestros hijos y sus futuras generaciones?
Los invito a que este ejercicio de reflexión lo transformen en una profunda revisión personal…un bello y honesto Encuentro Conmigo Mismo. Tomen una libretica, en la caratula escriben su nombre y, luego, en cada hojita, escriban y respondan una pregunta. El orden a seguir lo deciden ustedes mismos según sus necesidades. Sugiero que arranquen por donde tengan más miedo.
El ser humano es el único que se tropieza muchas veces con la misma piedra ya que no siempre actúa según lo que le dicta su consciencia sino que se deja llevar por su voluntad sin importarle las consecuencias.
Mi Yo viejo le da paso a mi nuevo y mejorado Yo.