SERIE LIDERAZGO Y DESARROLLO
PERSONAL
Aporte Nº 44
La Esperanza requiere Acción
Deseo sin acción es un simple sueño
7 de julio de 2018
Por: Rubén Alfonzo
En
días pasados escribí que uno de los motivadores de los vendedores es la
esperanza. La esperanza por sí sola no da los resultados esperados. La realidad
es que muchas personas vivimos de esperanzas.
La
esperanza es un estado mental optimista forjado por el deseo de que algo posible
ocurra.
Todos
tenemos esperanzas, esos sueños de grandeza donde planteamos situaciones que
son idealistas. El punto es qué hacemos para que esas esperanzas se hagan realidad.
Muchos
ponen sus deseos y sueños, con fe, en las manos divinas y no hacen nada para
ayudar a esa mano divina para que se haga realidad su esperanza.
Las
personas ponen sus esperanzas en:
- La acción de terceros. Esta ilusión trae consigo decepciones porque los intereses de los terceros no necesariamente coinciden con los suyos.
- Eventos del azar, tales como ganarse el premio gordo de la lotería, en los juegos de casino, en las apuestas. Piensan que salir adelante está en las manos de los juegos de envite y azar .
- Las inversiones. Esperan salir adelante financieramente dependiendo de la Bolsa o de los instrumentos ofertados en los mercados financieros, etc. Las inversiones conllevan un riesgo y no garantizan los retornos esperados. Algunos osados empeñan sus activos y pertenencias en estas inversiones con la probabilidad de verse totalmente arruinados… y conozco más de uno. Se debe invertir solo lo que se está dispuesto a perder.
Las
esperanzas deben tener sentido común. En días pasados, durante un taller de
ventas que dictaba, un vendedor de una empresa líder de charcutería me dijo:
“me voy a ganar US$10.000 este mes.” Como el mes está iniciando, le pregunté
cuánta comisión te pagan por venta, me respondió: “1%.” Le dije, debes vender
US$1.000.000, o sea, US$50.000 diarios. Le pregunté cuánto era lo más que había
vendido en un mes, su venta record, y me respondió: “US$1.000.” Asombrado le
pregunté qué haría distinto para que todos sus 100 clientes multipliquen sus
compras 1000x. Su respuesta fue: “los convenceré.” No podemos vivir de
ilusiones ni de esperanzas descabelladas. La esperanza no puede estar basada en
aseveraciones sin fundamento.
Hay
muchos ejemplos más… el cementerio está colmado de esperanzas y sueños no
realizados.
En vez de esperar que las cosas pasen, haz que las cosas pasen
El
punto es que todas las esperanzas requieren de acción para hacerlas realidad. La
esperanza tiene que tener un componente de posibilidad de logro claro. Una vez
definida, se debe fijar una fecha probable de culminación. Es como gerenciar un
proyecto.
Si
deseas rebajar y ponerte en forma, debes pesarte y tomarte las medidas. Luego
definir un plan de alimentación sana y un programa de ejercitación. Determinar
una fecha sensata para tener el resultado esperado, el peso y las medidas a
lograr (la esperanza) y trabajar disciplinadamente a diario.
Si
deseas sacar como promedio A en este trimestre de tu carrera (la esperanza),
deberás definir un plan de estudio, la combinación de materias idóneas, tomar
cursos de concentración y lectura comprensiva rápida, adquirir los libros
recomendados por el profesor, ubicar los tutoriales gratis para los contenidos
de las materias, practicar mucho, ejercitarte, definir los momentos para el
esparcimiento, ir a las sesiones de consulta con los profesores y preparadores,
preguntar si no entiendes algo. Con disciplina, compromiso, responsabilidad,
organización y enfoque, incrementarás
las probabilidades de hacer realidad tu esperanza; en este ejemplo,
obtener un promedio A en este trimestre. Suena fácil pero requiere decisión y
coraje.
Como
seres humanos tenemos esperanzas de éxito y la única forma de hacerlas realidad
es definiendo un plan de acción, una fecha de logro y ponernos manos a la obra
para lograrlas.
La
esperanza sólo se hace realidad con la acción.