SERIE LIDERAZGO Y DESARROLLO PERSONAL
Aporte Nº 39
La Pasión por lograr los sueños
requiere ser recargada
Así como
la marea sube y baja, la motivación y el foco por nuestros sueños también sube
y baja.
29 de enero de 2017
Las personas necesitamos esa
palabra de aliento constructiva que nos lleve a enrumbarnos en el camino hacia
la búsqueda de nuestros sueños, a lograr nuestras metas. Con frecuencia, caemos
en baches y vacíos que nos hacen perder la perspectiva de lo que deseamos
lograr en la vida. Así como la marea sube y baja, nuestra motivación y el foco por
alcanzar nuestros sueños también sube y baja. Lo importante es reconocer cuando
está baja. Y este reconocimiento se puede lograr mediante la auto reflexión y,
muchas veces, mediante la palabra de aliento y de reenfoque que nos regala otra
persona.
No todas las personas tienen
definido un plan de vida pero si tienen cosas que desean lograr. En el camino
de la vida, comparten sus sueños y metas con sus seres queridos, con las
personas con quienes interactúan, y, también, con desconocidos que probablemente
más nunca vuelvan a ver o encontrar.
Los sueños y metas tienen
momentos de gran relevancia e inspiración pero también están expuestos a los
vaivenes de la vida. Las personas los pueden adormecer, colocar en un segundo
plano y hasta olvidar. Las circunstancias de la vida hacen que de ser
preponderantes en un momento dado pasen a un tímido o irreconocible segundo o último
plano.
Algunas situaciones típicas que
desinflan los sueños:
1. Son
sueños de otro. Para algunas personas, los sueños y metas que desean
alcanzar son directrices o indicaciones que le son transmitidas por sus padres,
amistades, jefes, asesores. Tienen un
propósito claro y bien definido. Estas personas se abocan a ellos, los pueden
lograr y llegar a ser felices o muy infelices.
2. Los
sueños de otros son más importantes. Resulta que muchas veces la persona renuncia
a la búsqueda incansable de su sueño por no creer en ellos fuertemente, por
razones económicas, por miedo a salir de su zona de confort, por amenazas, o por
cualquiera otra razón. Bajo estas presiones, la persona se dedica a trabajar en
una tarea u ocupación que hará realidad el proyecto de sueño de otra persona.
3. Miedo
al qué dirán. Pone más importancia a lo que puedan pensar los demás sobre
su sueño o su meta que a su propia pasión. Al oír el primer comentario, o
varios comentarios, que cuestione su meta, se llena de dudas e incertidumbre y
renuncia o no vuelve a hablar de ello.
4. Sueños
de servilleta. Son aquellos que las personas plasman cuando están a solas o
los comparten solo en momentos sociales pero no tienen ninguna intención de
hacerlos. Son esquemas brillantes, plasmados claramente, que tienen un
propósito y una lógica. Pero son solo eso, manchas de tinta sobre un papel.
5. No
cree en sí mismo. El sueño es solo un deseo y no una meta. Aunque la
persona lo desea, piensa que no lo puede lograr. Esto lo congela y no le
permite la acción. Es verdad, muchos sueños son grandes proyectos que necesitan
tiempo y una preparación para hacerlos realidad.
Todos los sueños son realizables,
necesitan concentración, tiempo, fe, preparación, perseverancia y mucha pasión.
Es necesario que las personas, crean en ellos, los visualicen claramente, les
encuentren el propósito o el para qué. Los sueños requieren ser vividos,
sentidos y degustados en la mente. En la mente, los sueños se pueden recargar,
potenciar, desarrollar y afinar hasta en el más mínimo detalle.
Preguntas de Reflexión:
- ¿Qué es lo que siempre has deseado lograr?
- ¿Qué te ha impedido llevarlo a cabo?
- ¿De verdad quieres lograrlo?
- ¿Cuáles son esos 3 pasos que darás para lograrlo?